No hay (k) miedo en el amor; pero el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor tiene tormento. El que teme, no se perfecciona en el amor.

(k) Si entendemos por amor, que estamos en Dios, y Dios en nosotros, que somos hijos, y que conocemos a Dios, y que la vida eterna está en nosotros: concluye correctamente, para que bien podamos reunir paz y tranquilidad por esto.

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