A los (1) ancianos que hay entre ustedes (2) exhorto, que también soy anciano y testigo de los sufrimientos de Cristo, y también participante de la gloria que será revelada:

(1) Describe peculiarmente el oficio de los Ancianos, es decir, de los que tienen el cuidado de la Iglesia. (2) Utiliza un prefacio acerca de las circunstancias de su propia persona: es decir, que él, como su compañero, no se comunica con ellos de maneras que no conoce, sino en las que tiene tanta experiencia como cualquier otro, y no les propone nada. otra condición que no sea la que él mismo ha sostenido antes que ellos, y todavía se toma la misma molestia, y también tiene la misma esperanza junto con ellos.

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