(5) Toda la Escritura [es] inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia:

(5) La octava amonestación, que es la más preciosa: un pastor debe ser sabio solo por la palabra de Dios: en la cual nos hemos entregado perfectamente, todo lo que se refiere a discernir, conocer y establecer opiniones verdaderas, y para probar qué opiniones son falsas. : y además, para corregir las malas costumbres y establecer el bien.

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