(4) He aquí, ponemos frenos en la boca de los caballos para que nos obedezcan; y damos la vuelta a todo su cuerpo.

(4) Él muestra por dos comparaciones, una tomada de las bridas de los caballos y la otra del timón de los barcos, cuán grandes cosas pueden llevarse a cabo mediante el buen dominio de la lengua.

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