(21) En aquella hora Jesús se regocijó en espíritu y dijo: Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños; así, Padre. ; porque así te pareció bien.

Deseo remitir al lector para mis observaciones sobre este versículo a Mateo 11:25 .

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