• Isaías 38:10

    Yo dije: “En medio de mis días pasaré por las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años”.

  • Isaías 38:11

    Dije: “Ya no veré al SEÑOR en la tierra de los vivientes. Ya no contemplaré a ningún hombre entre los habitantes del mundo.

  • Isaías 38:12

    Mi morada es removida y quitada de mí, cual una tienda de pastor. Como hace el tejedor, he enrollado mi vida; él corta la hebra de mi tejido. Desde el día hasta la noche me doblegas por completo.

  • Isaías 38:13

    Mi clamor dura hasta el amanecer; como un león, él tritura todos mis huesos. Desde el día hasta la noche me doblegas por completo.

  • Isaías 38:14

    Chillo como la golondrina y la grulla; gimo como la paloma. Mis ojos lloran hacia lo alto: Oh Señor, estoy oprimido; intervén en mi favor”.

  • Isaías 38:15

    ¿Qué, pues, diré? Porque él me ha hablado y él mismo lo ha hecho. En la amargura de mi alma, andaré con inquietud todos mis años.

  • Isaías 38:16

    Oh Señor, para tales cosas se vive; y en todas ellas está la vida de mi espíritu. ¡Oh, fortaléceme y hazme vivir!

  • Isaías 38:17

    He aquí, fue por mi bien que tuve gran amargura, pero tú libraste mi vida del hoyo de la destrucción, pues has echado tras tus espaldas todos mis pecados.

  • Isaías 38:18

    Porque el Seol no te agradecerá ni la muerte te alabará ampoco los que descienden a la fosa esperarán en tu fidelidad.

  • Isaías 38:19

    ¡El que vive, el que vive es el que te agradece, como yo lo hago ahora l padre da a conocer a los hijos tu fidelidad.

  • Isaías 38:20

    El SEÑOR ha prometido salvarme. Por tanto, tocaremos nuestras melodías en la casa del SEÑOR todos los días de nuestra vida.

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