• Isaías 38:17

    He aquí, fue por mi bien que tuve gran amargura, pero tú libraste mi vida del hoyo de la destrucción, pues has echado tras tus espaldas todos mis pecados.

  • Isaías 38:18

    Porque el Seol no te agradecerá ni la muerte te alabará ampoco los que descienden a la fosa esperarán en tu fidelidad.

Continúa después de la publicidad