• Isaías 42:14

    “Por mucho tiempo he callado; he guardado silencio y me he contenido. Pero ahora gemiré como la que está de parto, jadeando y resoplando a la vez.

  • Isaías 42:15

    Devastaré montes y colinas, y haré secar toda su hierba. Los ríos convertiré en islotes, y haré secar las lagunas.

  • Isaías 42:16

    Conduciré a los ciegos por un camino que no han conocido, y por sendas que no han conocido los guiaré. Delante de ellos transformaré las tinieblas en luz, y los lugares escabrosos en llanuras. Estas cosas haré por ellos y no los desampararé.

  • Isaías 42:17

    Serán vueltos atrás y en extremo avergonzados los que confían en ídolos y dicen a las imágenes de fundición: ‘Ustedes son nuestros dioses’.

  • Isaías 42:18

    “¡Sordos, oigan; y ciegos, miren para ver!

  • Isaías 42:19

    ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, sino mi mensajero que he enviado? ¿Quién es ciego como el emisario y ciego como el siervo del SEÑOR?

  • Isaías 42:20

    Tú ves muchas cosas, pero no las guardas. Los oídos están abiertos, pero nadie escucha.

  • Isaías 42:21

    Sin embargo, el SEÑOR se ha complacido en hacer grande y gloriosa la ley a causa de su justicia”.

  • Isaías 42:22

    Pero este es un pueblo despojado y saqueado. Todos ellos han sido atrapados en hoyos y están escondidos en cárceles. Han sido objeto de despojo sin que haya quien los libre. Han sido objeto de saqueo sin que haya quien diga: “¡Restitúyanlos!”.

  • Isaías 42:23

    ¿Quién de entre ustedes oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará con respecto al porvenir?

  • Isaías 42:24

    ¿Quién entregó a Jacob al saqueador, y a Israel a los despojadores? ¿Acaso no fue el SEÑOR, contra quien hemos pecado? Ellos no quisieron andar en sus caminos ni obedecieron su ley.

  • Isaías 42:25

    Por tanto, Dios derramó sobre él el furor de su ira y la violencia de la guerra. Le prendió fuego en derredor; sin embargo, no entendió. Lo incendió, pero él no lo tuvo en cuenta.

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