• Isaías 47:5

    “Siéntate en silencio y entra en la penumbra, oh hija de los caldeos, porque nunca más te volverán a llamar soberana de reinos.

  • Isaías 47:6

    Yo me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad y los entregué en tus manos. Pero tú no tuviste misericordia de ellos. Hiciste muy pesado tu yugo sobre los viejos,

  • Isaías 47:7

    y dijiste: ‘Para siempre seré soberana’. No consideraste esto en tu corazón ni te acordaste de su resultado.

  • Isaías 47:8

    “Ahora pues, escucha esto, oh voluptuosa que habitas confiadamente y dices en tu corazón: ‘Yo, y nadie más. No quedaré viuda ni conoceré la privación de hijos’.

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