• Isaías 50:4

    El SEÑOR Dios me ha dado una lengua adiestrada para saber responder palabra al cansado. Me despierta cada mañana; cada mañana despierta mi oído para que yo escuche, como los que son adiestrados.

  • Isaías 50:5

    El SEÑOR Dios me abrió el oído, y no fui rebelde ni me volví atrás.

Continúa después de la publicidad