• Isaías 52:1

    ¡Despierta! ¡Despierta! Vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tu ropa de gala, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque nunca más volverá a entrar en ti ningún incircunciso ni impuro.

  • Isaías 52:2

    Despréndete del polvo; levántate y toma asiento, oh Jerusalén. Suelta las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sion.

  • Isaías 52:3

    Porque así ha dicho el SEÑOR: “De balde fueron vendidos; por tanto, sin dinero serán rescatados”.

  • Isaías 52:4

    Porque así ha dicho el SEÑOR Dios: “En el pasado mi pueblo descendió a Egipto para residir allá; después Asiria lo ha oprimido sin motivo.

  • Isaías 52:5

    Y ahora, dice el SEÑOR, ¿qué tengo que ver yo aquí, ya que mi pueblo fue traído sin causa? Los que se enseñorean de él se mofan, dice el SEÑOR. Continuamente y todo el día mi nombre es blasfemado.

Continúa después de la publicidad