• Isaías 66:1

    Así ha dicho el SEÑOR: “El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Dónde está esa casa que me edificarán? ¿Dónde está ese lugar para mi reposo?

  • Isaías 66:2

    Mi mano hizo todas estas cosas; es así como todas estas cosas llegaron a existir, dice el SEÑOR. Pero a este miraré con aprobación: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.

  • Isaías 66:3

    “El que mata un toro es como el que mata a un hombre; el que sacrifica una oveja es como el que desnuca un perro; el que presenta ofrenda vegetal es como el que presenta sangre de cerdo; el que hace una ofrenda de incienso es como si bendijera a un ídolo. Así como ellos escogieron sus propios caminos y sus almas se complacieron en sus abominaciones,

  • Isaías 66:4

    yo también escogeré tratarlos con penurias y traeré sobre ellos lo que temen. Por cuanto llamé, y nadie respondió; hablé, y no escucharon. Más bien, hicieron lo malo ante mis ojos y escogieron lo que no me agrada”.

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