• Jeremias 25:15

    Así me ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Toma de mi mano esta copa del vino de la ira, y da de beber a todas las naciones a las cuales te envío.

  • Jeremias 25:16

    Ellas beberán y vomitarán; enloquecerán a causa de la espada que yo envío entre ellas”.

  • Jeremias 25:17

    Tomé, pues, la copa de la mano del SEÑOR y di de beber a todas las naciones a las cuales el SEÑOR me había enviado:

  • Jeremias 25:18

    A Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus magistrados, para convertirlos en ruinas, en horror, en rechifla y en maldición, como en este día.

  • Jeremias 25:19

    Al faraón rey de Egipto, a sus servidores, a sus magistrados, a todo su pueblo

  • Jeremias 25:20

    y a toda su población asimilada. A todos los reyes de la tierra de Uz y a todos los reyes de la tierra de Filistea (Ascalón, Gaza, Ecrón y los sobrevivientes de Asdod).

  • Jeremias 25:21

    A Edom, a Moab, a los hijos de Amón;

  • Jeremias 25:22

    a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón y a los reyes de las costas que están al otro lado del mar.

  • Jeremias 25:23

    A Dedán, a Tema, a Buz y a todos los que se rapan las sienes.

  • Jeremias 25:24

    A todos los reyes de Arabia y a todos los reyes de la población asimilada que habita en el desierto.

  • Jeremias 25:25

    A todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam y a todos los reyes de Media.

  • Jeremias 25:26

    A todos los reyes del norte, tanto a los cercanos como a los lejanos, a los unos como a los otros. Di de beber a todos los reinos que hay sobre la faz de la tierra, y el rey de Sesac beberá después de ellos.

  • Jeremias 25:27

    “Les dirás que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘Beban y embriáguense; vomiten y caigan. No los levantarán a causa de la espada que yo envío contra ustedes’.

  • Jeremias 25:28

    Y sucederá que si rehúsan tomar la copa de tu mano para beber, les dirás que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Tienen que beberla,

  • Jeremias 25:29

    porque he aquí que yo comienzo a hacer mal a la ciudad que es llamada por mi nombre; y ustedes, ¿quedarán impunes? ¡No quedarán impunes, porque yo llamo la espada contra todos los habitantes de la tierra!’, dice el SEÑOR de los Ejércitos.

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