• Romanos 14:3

    El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come; porque Dios lo ha recibido.

  • Romanos 14:4

    ¿Quién eres tú que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie o cae; pero será afirmado porque poderoso es el Señor para afirmarle.

  • Romanos 14:5

    Mientras que uno hace diferencia entre día y día, otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté convencido en su propia mente.

  • Romanos 14:6

    El que hace caso del día, para el Señor lo hace. El que come para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come y da gracias a Dios.

  • Romanos 14:7

    Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

  • Romanos 14:8

    Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor.

  • Romanos 14:9

    Porque Cristo para esto murió y vivió, para ser el Señor así de los muertos como de los que viven.

  • Romanos 14:10

    Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Pues todos compareceremos ante el tribunal de Dios,

  • Romanos 14:11

    porque está escrito: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.

  • Romanos 14:12

    De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta a Dios de sí mismo.

  • Romanos 14:13

    Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros; más bien, determinen no poner tropiezo u obstáculo al hermano.

Continúa después de la publicidad