Juzguen ustedes mismos: ¿es decoroso que una mujer ore a Dios descubierta?

Apelar a su propio sentido del decoro. Apelar a su propio sentido del decoro.

Una mujer reza a Dios. Rechazando el emblema de la sujeción (cubrirse la cabeza), pasa de un salto, rezando públicamente, más allá de los hombres y los ángeles (Bengel).

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