Luego, cuando Jesús vino, descubrió que ya había estado en la tumba cuatro días.

Entonces cuando Jesús vino, encontró que había estado en la tumba cuatro días. Si muriere el día en que fuere noticia de su enfermedad; si fue, según la costumbre judía, enterrado el mismo día (ver la nota en; y Hechos 5:5 ;); y si Jesús, después de dos días más de permanencia en Perea, partió al día siguiente para Betania (unas diez horas de viaje), eso haría los cuatro días, siendo incompletos el primero y el último. (Entonces Meyer.)

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