Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.

Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, [ exelexameen ( G1586 )], por eso el mundo os aborrece. Aquí Jesús se presenta a sí mismo como el Odiado y Perseguido; y esto, no solo como yendo delante de todos sus seguidores en ese aspecto, sino como la gran Manifestación Encarnada de esa santidad que el mundo odia, y la Fuente de ese estado y carácter odiado para todos los que creen en Él. A partir del trato que Él recibió, no solo debían contar con lo mismo, sino ser alentados a someterse a ello y animados en su resistencia, por la compañía que tenían y la causa por la cual les había acontecido. Por supuesto, esto implica que si su separación del mundo iba a generar enemistad y oposición por parte del mundo, entonces esa enemistad y oposición serían tan grandes como su separación del mundo, y no mayores. Observa nuevamente que aquí Cristo atribuye toda esa separación de su pueblo del mundo, que les acarrea su enemistad y oposición, a su propia "elección de ellos fuera de él". Esto no puede referirse simplemente a la separación externa de los Once para el apostolado, porque Judas también fue separado de esa manera. Además, esto fue dicho después de que Judas se separara voluntariamente del resto. Solo puede referirse a una operación interna en ellos que los hizo completamente diferentes en carácter y espíritu al mundo, y por lo tanto, objetos del odio del mundo.

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