Mas esto sucede, para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.

Pero [esto sucederá], para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley, Me odiaron sin causa. Las referencias del Nuevo Testamento a este salmo mesiánico del sufrimiento son numerosas (Romanos 11:9), y este, como se usa aquí, es muy llamativo.

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