Lo que os digo en tinieblas, eso decidlo en luz: y lo que oís al oído, eso predicadlo desde las azoteas.

Lo que les digo en la oscuridad - en la privacidad de una enseñanza para la cual los hombres aún no están maduros.

Eso hablad en la luz , porque cuando salgáis, todo estará listo.

Y lo que oís al oído, eso lo predicad desde las azoteas: - Expresad libremente y sin miedo todo lo que os he enseñado mientras aún estaba con vosotros. Objeción: ¿Pero esto puede costarnos la vida? Respuesta: Puede, pero ahí termina su poder:

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