A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis;

A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis. Los samaritanos eran gentiles por sangre; pero siendo descendientes de aquellos a quienes el rey de Asiria había transportado desde el Este para suplir el lugar de las diez tribus llevadas cautivas, habían adoptado la religión de los judíos, aunque con mezclas propias; y, como los vecinos más cercanos de los judíos, ocupaban un lugar intermedio entre ellos y los gentiles.

En consecuencia, cuando se iba a quitar esta prohibición, con la efusión del Espíritu en Pentecostés, se les dijo a los apóstoles que debían ser testigos de Cristo primero "en Jerusalén y en toda Judea", luego "en Samaria", y por último, "hasta lo último de la tierra".

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