Continuando, dio una imagen más detallada de ese orden venidero. Habría un pliegue, con una puerta. Habría un rebaño, con un pastor. La entrada al redil estaría por la puerta. El rebaño conocería y seguiría al pastor. Aquí Juan declaró: "No entendieron lo que les decía"; y ese "por tanto" de Jesús muestra que lo que siguió en Su enseñanza resultó de su falta de comprensión.

Esta declaración más completa se centra en dos afirmaciones principales de nuestro Señor: "Yo soy la Puerta", "Yo soy el buen Pastor". La entrada al nuevo orden sería a través de Él. Del redil, Él es la Puerta. El sustento y el gobierno dentro de la orden serían a través de Él. Del rebaño Él sería el Pastor. Tal enseñanza volvió a causar división.

Mientras caminaban por el pórtico de Salomón, los judíos pidieron un pronunciamiento más definido. En respuesta, Jesús los refirió a lo que ya les había dicho, y luego reafirmó los hechos del nuevo orden, insistiendo en la relación entre Él y Su Padre. Toda esta enseñanza despertó a los que se oponían a una mayor actividad, pero su ira fue contenida y no pudieron arrestarlo.

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