AUTO-COMUNIÓN

'Comunícate con tu propio corazón'.

Salmo 4:4

I. Considere, primero, la naturaleza de la meditación piadosa, considerada como un ejercicio distinto de nuestro cristianismo práctico. —No debemos identificar el ejercicio con la contemplación religiosa, esa forma superior de homenaje intelectual que la mente, cuando se eleva por encima del nivel de las cosas terrenales, rinde a la sabiduría de Dios; tampoco se debe confundir la meditación con el ejercicio de la lectura, aunque sea una lectura bíblica reflexiva y llena de oración.

También debemos distinguirlo del acto ordinario de oración. La meditación piadosa es el soliloquio del alma; es el corazón que se repite a sí mismo cuál será la manera en que se presentará ante Dios, y lo que dirá. No es tanto un acto religioso en sí mismo como una preparación para todos los demás actos religiosos. Se prepara para la Sagrada Comunión acostumbrando la mente a formas más profundas y tranquilas de comunión con Dios.

II. Note algunas instrucciones prácticas en relación con este santo ejercicio. —Está claro que la meditación no es un acto para aprender, sino un hábito para formar. Debemos alcanzar la pericia en él, no tanto por la observancia de reglas artificiales como por una práctica diligente y perseverante. (1) David nos insinúa la conveniencia de asegurar una solemnidad y seriedad externas en este ejercicio, el aislamiento total de todas las amistades humanas, el silenciamiento de todas las voces, tanto internas como externas, para que podamos estar completamente a solas con Dios.

(2) En el texto, "Comulga con su propio corazón", también se recomienda un examen minucioso de uno mismo. Tenemos mucho de qué hablar a nuestro corazón: nuestras misericordias, nuestros pecados, nuestro trabajo. Estos pensamientos exigen el retiro, una separación por nosotros mismos, una prueba tranquila de nuestros propios espíritus en presencia del Padre de los espíritus; exigen un cumplimiento decidido y deliberado de la exhortación del salmista: "Comulga con su propio corazón, y en su cámara, y esté quieto".

-Rvdo. D. Moore.

Ilustraciones

(1) 'Deja que la comunión con tu propio corazón lo calme para lograr una paz y un reposo perfectos, tranquilo en la seguridad de que nada lo separará del amor de Dios, que el gobierno de todos los mundos y de todos los seres y de todas las cosas está sobre los hombros de Cristo, que tu El Padre celestial está haciendo que todas las cosas en tu historia individual trabajen juntas para bien, y que puedas esperar con confianza, tranquilidad y compostura alegre el resultado de la noche de tristeza y lágrimas que ahora envuelve tu alma dentro de su pabellón sombrío '.

(2) `` Este es el salmo que Agustín cita especialmente y en el que se detiene, tan digno de ser cantado en voz alta ante todo el mundo como un cántico de valentía cristiana y un testimonio de la paz que Dios puede dar en los problemas externos o internos '( Conf. , ix.4).

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