Pero el que guarda su palabra, en él verdaderamente se perfecciona el amor de Dios: en esto sabemos que estamos en él.

Ver. 5. En él verdaderamente se perfecciona el amor de Dios ] San Juan era un mero compuesto del más dulce amor. Como el hierro echado en el fuego parece ser nada más que fuego, así él (el discípulo amado) se convirtió en una masa de amor. Por eso presiona así el amor, el amor perfecto, a Dios y a su pueblo. Y Jerónimo nos dice que, viviendo hasta una edad muy avanzada en Éfeso, se subiría al púlpito; y cuando por debilidad del cuerpo no podía decir más, decía: "Hijitos, ámense unos a otros"; Si hoc solum fiat, basta, si se hace bien, todo está hecho. (Jerónimo en cap. Vi. Ad Gal.)

Que estamos en él ] En comunión con él y en conformidad con él.

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