En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos.

Ver. 2. Que amamos a los hijos de Dios ] Realmente, correctamente, y no por uno mismo o por respetos siniestros. La piedad comienza con el conocimiento correcto de nosotros mismos y termina con el conocimiento correcto de Dios. Un cristiano comienza amando a Dios por sí mismo, pero termina amando a sí mismo y a los demás en y para Cristo.

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