Pero, amados, no ignoréis esto: que un día es para el Señor como mil años, y mil años como un día.

Ver. 8. Un día está con el Señor, etc. ] Nullum tempus occurrit regi; ¡Cuánto menos al Anciano de días! En Dios no hay movimiento ni flujo; por tanto, para él mil años son como un día.

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