Porque aun cuando estábamos contigo, esto te mandamos: que si alguno no trabaja, tampoco coma.

Ver. 10. Que si alguno no trabajara ] Con el sudor de tu nariz comerás tu pan, era la vieja sanción, Génesis 3:19 ; sí, el Paraíso, que era el almacén del hombre, también era su casa de trabajo. Se entierran vivos, que, como piojos del cuerpo, viven del trabajo de otros hombres; y es un pecado ayudarlos. Séneca profesó que prefería estar enfermo en su cama que sin trabajo.

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