Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios; pero las [cosas que son] reveladas [nos pertenecen] a nosotros ya nuestros hijos para siempre, para que [nosotros] cumplamos todas las palabras de esta ley.

Ver. 29. Las cosas secretas pertenecen. ] Este es uno de esos dieciséis lugares que en hebreo están marcados con una nota especial de consideración. Eorum quae scire nec datur, nec fas est, licita est ignorantia. Scientiae appetentia, especie insaniae, dice Calvino, fuera de Agustín.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad