Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon los que rechazaron al que hablaba en la tierra, mucho más no escaparemos nosotros , si nos apartamos del que habla desde el cielo.

Ver. 25. Procura no rechazar, etc. ] Gr. παραιτησησθε, que no lo apartes con pretextos frívolos y excusas, como lo hicieron esos invitados recusados, Mat 22: 1-14. Es tanto como sus almas valen. Mírelo, por tanto.

Que habla desde el cielo ] Por su sangre, palabra, sacramentos, movimientos de su Espíritu, misericordias, etc. Si le damos la espalda a tales abrazos sangrantes y pateamos sus entrañas desnudas, ¿qué será de nosotros? Y fíjense que él habla de sí mismo, como uno solo.

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