(13) Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon los que rechazaron al que hablaba en la tierra, mucho más [no escaparemos] nosotros, si nos apartamos del que [habla] desde el cielo:

(13) La aplicación de la primera comparación: Si no fuera lícito condenar su palabra que fue dicha en la tierra, ¿cuánto menos su voz que es del cielo?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad