Entonces dijo Pablo: Estoy ante el tribunal de César, donde debo ser juzgado; a los judíos no les he hecho mal, como bien sabes.

Ver. 10. Estoy en el tribunal de Coesar ] Podemos hacer con seguridad nuestra defensa justa cuando se nos acusa falsamente y beneficiarnos de la ley. Ambrosio sería juzgado en Milán, donde era conocido; y Atanasio se negó a ser censurado por concilios corruptos.

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