Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.

Ver. 7. Déjala sola ] Cristo se cruzó con el traidor en su codicioso deseo de tocar tal suma. De ahí que su descontento lo pusiera en ese desesperado plan de contratar a los principales sacerdotes. Está decidido a tenerlo, como quiera que lo haga; Rem, rem, quocunque modo rem. Horat. Presta atención al descontento. Fue el pecado del diablo lo que lo arrojó del cielo. Desde entonces, este espíritu inquieto ama pescar en aguas turbulentas, habitar en un alma oscurecida: como en Saúl, envidioso de David; y como algunos herejes, perdidos de preferencia, han inventado sus herejías, ut se consolarentur, como observó Epifanio.

Contra el día ] Estando en una fiesta, habla de su funeral.

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