Entonces Judas, habiendo recibido un grupo de hombres y oficiales de parte de los principales sacerdotes y los fariseos, llega allí con linternas, antorchas y armas.

Ver. 3. Judas después de recibir una banda ] Estos son los mejores argumentos de los enemigos, y aquellos a los que huyen cuando todo está hecho. Entonces los jesuitas, esos espadachines juramentados de Satanás, dan a entender que sus armas son sólo preces et lachrymae, oraciones y lágrimas; y que es ilegal que utilicen cualquier otro, incluso cuando se trata de sus diseños más sangrientos. (Camd. Eliz. Epist. A Reader.

) Un difunto rey de Francia (después de su rebelión contra el papado), siendo persuadido por un gran duque acerca de él para que no readmitiera a los jesuitas, que habían sido justamente desterrados del reino, respondió de repente: "Dame, pues, seguridad para mi vida". Por tanto, los admitió, incluso en su seno, dándoles su casa para una universidad; y en un discurso público, diciendo: Que eran Timoteo en la casa, Crisóstomo en la silla, Angustinos en las escuelas, etc.

Pero, ¿qué salió de eso? Uno de los esclavos de la matanza del Papa, por instigación de los jesuitas, lo apuñaló en el corazón: estos Timoteo demostraron ser Judas; estos Crisóstomos, Catilinos; estos Agustinos, asesinos. (Vita David Patti, Operib. Praefix.)

Viene allá con linternas, etc. ] Se puede comparar a los hipócritas (dice uno) con aquellos soldados del Evangelio que vinieron a buscar a Cristo con luces y linternas, como si tuvieran la intención de no extrañarlo; sí, trajeron palos y varas, como si fueran a pelear por él; sin embargo, cuando él dice: Aquí estoy, tomen mi cruz, tropiezan en la cruz y caen hacia atrás. (Ensayos divinos y morales.)

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