Leyeron este título, muchos de los Judios, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad: y estaba escrito en hebreo, y el griego, y latín.

Ver. 20. En hebreo, griego y latín ] En hebreo, para los judíos que se gloriaban en la ley; en griego, para los griegos que se gloriaban en sabiduría; en latín, para los romanos que más se gloriaban en el dominio y el poder. Como si Pilato hubiera dicho: Este es el Rey de toda religión, refiriéndose a los hebreos; de toda sabiduría, a los griegos; de todo poder, a los romanos. Por la presente, el Espíritu Santo también nos encomienda la dignidad y el estudio de estos tres idiomas, para ser retenidos para siempre en la Iglesia de Cristo.

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