De cierto os digo que entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

Ver. 11. No ha resucitado uno mayor ] Porque fue el precursor inmediato de Cristo, ahora cuanto más cerca de Cristo, más excelente, como los elementos, más altos, más puros. Juan estaba más allá de todos los profetas antiguos, tanto en dignidad como en doctrina; sin embargo, vino detrás de los evangelistas y apóstoles, no en la dignidad de su oficio, sino en la claridad de su doctrina acerca del Mesías, a quien vio presente, pero no vio ni escuchó de sufrir, morir, resucitar como ellos.

Macario escribe que los profetas sabían en verdad que Cristo nacería en el mundo para la obra de nuestra redención, pero ellos no sabían si moriría y resucitaría o no. Verum longe errat Macarius, Mararius estaba lejos de la verdad, dice uno. El profeta Isaías escribe sobre todos estos más como un evangelista que como un profeta, y por eso es llamado por un antiguo profeta evangélico.

Ahora el Bautista sabía más que cualquier profeta; siendo como la estrella de la mañana que precede a la salida del sol. Pero, ¿cómo Aristóteles debe decirse que es el precursor de Cristo en las cosas naturales, como Juan Bautista estaba en sobrenatural, y que fue sin duda salvó (todo lo que los sacerdotes de Collen afirmaron en la impresión, una y mostraron sus razones), que no pueden concebir. Y, sin embargo, Sleidan nos dice que en el Concilio de Trento, la salvación de los paganos, por el poder de la naturaleza solo sin Cristo, fue clamada y luego defendida por Soto, Vega y Victoria, como Valentia atestigua.

a Colonienses edunt librum de salute Aristotelis asseruntque illum fuisse praecursorem Christi in naturalibus.

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