Un hombre que es hereje después de la primera y segunda amonestación, rechace;

Ver. 10. Un hombre que es un hereje ] Se encuentra que todas las herejías fluyen (dice Chemnicio) ya sea del orgullo arrogante de Samosatenus, o del sofisma de Arrio, o de la ignorancia de Aecio. (Loc. Com., I. 2.) El ingenio de estos hombres les servirá mejor para idear mil cambios para eludir la verdad, que su orgullo les permitirá ceder una vez y reconocerla. Y aquí tiene lugar esta regla de San Pablo.

Nestorio era un hombre ignorante y orgulloso, pero muy valiente y bien hablado; en la medida en que así lo llevó a menudo, y sedujo tanto al emperador Teodosio, como ese Cirilo, un muy buen obispo, fue expulsado de su lugar. Sin embargo, más tarde fue restaurado de nuevo con honor, cuando el emperador debería pensarlo mejor, y el hereje Nestorio fue condenado y expulsado. (Zanch. Misc. Epist. Dedicat.)

Después de la primera y segunda amonestación rechazar ] O, evitar, devita, que algunos imbéciles papistas interpretaron de vita tolle, mátalos (como relata Erasmo), para justificar su práctica sangrienta de dar muerte a los protestantes. Pero qué dice el mismo Erasmo hablando de Berquin el mártir, quemado por ellos por religión; Damnari, disecari, suspendi, exuri; Ser condenado, ahorcado, descuartizado, quemado, decapitado, son cosas comunes a la gente buena y mala.

(Scultet. Annal.) Condenar, colgar, descuartizar, quemar, decapitar, es algo común a los jueces justos con piratas y tiranos. Los juicios de los hombres son varios; Bienaventurado el que es absuelto por Dios, Juez de todos. Y esto fue todo lo que se atrevió a decir en contra de sus procedimientos, quien por decir tanto como lo hizo, difícilmente escapó con este reproche, que para Erasmo lo llamaron Erat-mus; porque les muerde las úlceras con tanta verdad, pero con amargura.

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