13-15 Cuando oímos hablar de la apostasía de muchos, es un gran consuelo y alegría que haya un remanente según la elección de la gracia, que persevera y perseverará; especialmente deberíamos alegrarnos, si tenemos razón para esperar que somos de ese número. La preservación de los santos se debe a que Dios los amó con un amor eterno desde el principio del mundo. El fin y los medios no deben estar separados. La fe y la santidad deben estar unidas, así como la santidad y la felicidad. El llamado externo de Dios es por medio del evangelio; y éste se hace efectivo por la obra interna del Espíritu. La creencia en la verdad lleva al pecador a confiar en Cristo, y así a amarlo y obedecerlo; es sellada por el Espíritu Santo en su corazón. No tenemos ninguna prueba segura de que algo haya sido entregado por los apóstoles, más que lo que encontramos contenido en las Sagradas Escrituras. Mantengámonos, pues, firmes en las doctrinas enseñadas por los apóstoles, y rechacemos todas las adiciones y vanas tradiciones.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad