1,2 Este pasaje profético sobre la medición del templo parece referirse a la visión de Ezequiel. El diseño de esta medición parece ser la preservación de la iglesia en tiempos de peligro público; o para su juicio, o para su reforma. Los adoradores deben ser medidos; si hacen de la gloria de Dios su fin, y su palabra su regla, en todos sus actos de adoración. Los que están en el patio exterior, adoran de manera falsa o con corazones disimulados, y serán encontrados entre sus enemigos. Dios tendrá un templo y un altar en el mundo, hasta el fin de los tiempos. Él mira estrictamente a su templo. La ciudad santa, la iglesia visible, está pisoteada; está llena de idólatras, infieles e hipócritas. Pero las desolaciones de la iglesia son limitadas, y ella será liberada de todos sus problemas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad