8-15 Debemos mostrar amor por nuestros amigos, no solo orando por ellos, sino también alabando a Dios por ellos. Como en nuestros propósitos, así también en nuestros deseos, debemos recordar decir, si el Señor lo quiere, Santiago 4:15. Nuestros viajes se hacen prósperos o no, de acuerdo con la voluntad de Dios. Debemos impartir fácilmente a los demás lo que Dios ha confiado en nosotros, regocijándonos para alegrar a los demás, especialmente disfrutando de comunicarnos con aquellos que creen lo mismo con nosotros. Si somos redimidos por la sangre y convertidos por la gracia del Señor Jesús, somos completamente suyos; y por su bien, somos deudores de todos los hombres, para hacer todo el bien que podamos. Dichos servicios son nuestro deber.

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