Epístola de Ignacio a los Efesios

Por tanto, conviene que glorifiquéis en todo a Jesucristo, que os ha glorificado a vosotros, para que por una obediencia unánime "seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo juicio, y habléis todos una misma cosa acerca de lo mismo,"[21]

Epístola de Ignacio a los Efesios

Por tanto, conviene que glorifiquéis en todo a Jesucristo, que os ha glorificado, para que por una obediencia unánime "seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo juicio, y habléis todos una misma cosa acerca de la lo mismo,"[26]

Epístola de Ignacio a los Tralianos

Yo, pues, aunque no yo, por amor a Jesucristo, "os ruego que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en una misma juicio.”[32]

Epístola de Ignacio a los Filipenses "que habléis todos una misma cosa, siendo de un mismo sentir, pensando lo mismo y andando por la misma regla de fe"[4]

Clemente de Alejandría El Instructor Libro II

Pero si todas las cosas os han sido concedidas, y todas las cosas os han sido permitidas, y "si todas las cosas son lícitas, pero no todas convienen",[255]

Tertuliano La receta contra los herejes

a los hombres a alejarse de los tales, enseñándoles que "todos deben hablar y pensar lo mismo"[47].

Tertuliano La receta contra los herejes

-como si hablaran de un Dios en la Iglesia, (y) otro en el hogar, y describieran una sustancia de Cristo, públicamente, (y) otra en secreto, y anunciaran una esperanza de la resurrección ante todos los hombres, (y) otra ante los pocos; aunque ellos mismos, en sus epístolas, rogaban a los hombres que todos hablaran una y la misma cosa, y que no hubiera divisiones ni disensiones en la iglesia,[288]

Orígenes de Principios Libro I

Y en consonancia con esto es la declaración del mismo apóstol, cuando exhorta a nosotros, que aún en la vida presente estamos puestos en la Iglesia, en la cual es la forma del reino que ha de venir, a esta misma semejanza de unidad: “Que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo juicio”[111].

Tratado de Cipriano I Sobre la unidad de la Iglesia

¿Y cree alguien que en un mismo lugar puede haber muchos pastores o muchos rebaños? El Apóstol Pablo, además, exhortándonos a esta misma unidad, ruega y exhorta, diciendo: "Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis unidos en una misma mente y en un mismo juicio”[27].

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

También en la primera Epístola de Pablo a los Corintios: "Pero os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos hagáis lo mismo, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis todos unidos en una misma mente y en una misma opinión”[748].

Tratado sobre el rebautismo de un escritor anónimo

Pero como no está en nuestro poder, según el precepto del apóstol, “hablar una misma cosa, para que no haya divisiones entre nosotros”[3]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro II

Sed de un mismo sentir, oh obispos, unos con otros, y estad en paz unos con otros; compadecerse unos de otros, amar a los hermanos y alimentar al pueblo con solicitud; de común acuerdo enseñad a los que están debajo de vosotros a ser de los mismos sentimientos y de las mismas opiniones sobre las mismas cosas, "para que no haya entre vosotros divisiones, para que seáis un solo cuerpo y un solo espíritu, perfectamente unidos en la misma mente y en el mismo juicio",[209]

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