Verso 1 Corintios 1:10 . Ahora os ruego, hermanos... El apóstol habiendo terminado su introducción llega a su segundo punto, exhortándolos a abstenerse de disensiones, para que puedan ser del mismo corazón y mente, luchando juntos por la esperanza del Evangelio.

Por el nombre de nuestro Señor Jesús... Por su autoridad , y en su lugar; y a causa de vuestras infinitas obligaciones a su misericordia al llamaros a tal estado de salvación.

Que habléis todos lo mismo... Si no estuvieran exactamente de acuerdo en opinión sobre cada asunto, podrían, no obstante, estar de acuerdo en las palabras que usaron para expresar su fe religiosa. Los miembros de la Iglesia de Dios deben trabajar para ser de la misma mente y hablar lo mismo , a fin de evitar las divisiones, que siempre estorban la obra de Dios. En cada doctrina esencial del Evangelio todos los cristianos genuinos están de acuerdo: ¿por qué, entonces, debe interrumpirse la comunión religiosa? Este acuerdo general es todo lo que el apóstol puede tener a la vista; porque no se puede esperar que cualquier número de hombres debe en todos los aspectos coinciden perfectamente en sus puntos de vista de todos los puntos menores, en los que una conformidad exacta en el sentimiento es imposible para las mentes tan diversamente constituidas como las de la raza humana.

Así pueden estar de acuerdo los ángeles que no ven nada a través de un medio imperfecto o falso ; pero para el hombre esto es imposible. Por lo tanto, los hombres deben soportarse unos a otros, y no estar tan dispuestos a imaginar que nadie tiene la verdad de Dios sino ellos y su partido.

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