Tertuliano sobre la exhortación a la castidad

¡Por supuesto que a las casas de solo hombres casados ​​les va bien! ¡Las familias de los célibes, las propiedades de los eunucos, las fortunas de los militares, o de los que viajan sin esposa, se han ido al traste y la ruina! ¿No somos nosotros también soldados? ¿Soldados, en efecto, sujetos a toda la más estricta disciplina, que estamos sujetos a tan gran General?[63]

2 Clemente

el Padre de la verdad, que nos envió al Salvador y Príncipe de la incorrupción,[155]

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