Ireneo contra las herejías Libro IV

Porque juzga a los gentiles, "que sirven a la criatura más que al Creador"[457].

Clemente de Alejandría Exhortación a los Paganos

¿Qué es, pues, la vanidad y qué la mentira? El santo apóstol del Señor, reprendiendo a los griegos, te mostrará: "Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y cambiaron la gloria de Dios en semejanza de hombre corruptible, y adoró y sirvió a la criatura más que al Creador”[98].

Orígenes Contra Celso Libro III

Pero Pablo, como amante de la verdad, dice de ciertos sabios griegos, cuando sus afirmaciones son verdaderas, que aunque conocieron a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias[153].

Orígenes Contra Celso Libro IV

aunque "no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos; y pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en imagen semejante a la de hombre corruptible, y a aves, cuadrúpedos y reptiles”[135].

Orígenes contra Celso Libro VII

Porque la Escritura atestigua, respecto a los que tienen conocimiento de aquellas cosas de que habla Celso, y que profesan una filosofía fundada en estos principios, que ellos, cuando conocieron a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino se envanecieron en sus imaginaciones, "y a pesar de la brillante luz del conocimiento con que Dios los había iluminado, "su necio corazón" fue arrebatado y se "oscureció"[109].

Tratado de Cipriano XI Exhortación al martirio dirigida a Fortunato

1. Que los ídolos no son dioses, y que los elementos no deben ser adorados en lugar de los dioses.[10]

Discurso de Metodio VIII. teca

Ahora bien, ciertamente los miserables fueron abrumados en el caos del error, "porque conociendo a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido; "[44] ]

Institutos Divinos de Lactancio Libro IV

Porque, habiendo dejado a Dios, padre y fundador de todas las cosas, los hombres comenzaron a adorar las obras insensatas[1]

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