(4:9,10) La ascensión de Cristo es aplicable aquí en dos sentidos. Uno, Él "descendió" a la tierra desde Su hogar celestial con el Padre en el momento de Su nacimiento como hombre. Dos, Él "descendió" a la tumba desde Su lugar en la tierra como el Último Adán, para presentarse allí a aquellos que lo rechazaron a lo largo del tiempo desde Adán hasta la Cruz. Esto se hizo para que toda la creación supiera que Dios se había encontrado con ellos en su propio elemento individual y de una manera que pudieran comprender y aceptar.

Era aquello que rechazaron durante la vida y por lo que ahora estaban condenados. El que fue tenido en total desprecio ahora era el gobernante de toda la creación en Su omnipresencia. (Este es un gran verso sobre la omnipresencia de Dios)

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