23. Y Adam dijo, etc. Se exige de donde Adam obtuvo este conocimiento ya que en ese momento estaba enterrado en un sueño profundo. Si decimos que su rapidez de percepción fue entonces como para permitirle, por conjetura, formar un juicio, la solución sería débil. Pero no debemos dudar de que Dios le manifestaría todo el curso del asunto, ya sea por revelación secreta o por su palabra; porque no fue por ninguna necesidad de parte de Dios que tomó prestada del hombre la costilla de la cual podría formar a la mujer; pero él diseñó que deberían estar más unidos por estos lazos que no podrían haberse efectuado a menos que les hubiera informado del hecho. Moisés realmente no explica por qué medios Dios les dio esta información; sin embargo, a menos que hagamos que la obra de Dios sea superflua, debemos concluir que su Autor reveló tanto el hecho en sí mismo como el método y diseño de su realización. El sueño profundo fue enviado a Adam, no para ocultarle el origen de su esposa, sino para eximirlo del dolor y los problemas, hasta que recibiera una compensación tan excelente por la pérdida de su costilla.

Esto ahora es hueso de, etc. (149) Al usar la expresión הפעם (hac vice,) Adam indica que algo había estado queriendo a él; como si hubiera dicho: Ahora, por fin, he obtenido un compañero adecuado, que es parte de la sustancia de mi carne, y en quien veo, por así decirlo, otro yo. Y le da a su esposa un nombre tomado del del hombre, (150) para que con este testimonio y esta marca pueda transmitir un recuerdo perpetuo de la sabiduría de Dios. Una deficiencia en el idioma latino ha obligado al antiguo intérprete a representar אשה (ishah,) con la palabra virago. Sin embargo, debe observarse que el término hebreo no significa nada más que la mujer del hombre.

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