2. Cada rama en mí que no lleva fruto Como algunos hombres corrompen la gracia de Dios, otros la suprimen maliciosamente, y otros la ahogan por descuido, Cristo intenta por estas palabras para despertar una inquietud inquieta, al declarar que todas las ramas que serán infructuosas serán cortadas de la vid. Pero aquí viene una pregunta. ¿Puede alguien que está injertado en Cristo estar sin fruto? Respondo, se supone que muchos están en la vid, según la opinión de los hombres, que en realidad no tienen raíz en la vid. Así, en los escritos de los profetas, el Señor llama al pueblo de Israel su vid, porque, por fuera profesión, tenían el nombre de La Iglesia.

Y cada rama que lleva, fruto poda. Con estas palabras, muestra que los creyentes necesitan una cultura incesante para evitar que se degeneren; y que no producen nada bueno, a menos que Dios aplique continuamente su mano; porque no será suficiente haber sido una vez participantes de la adopción, si Dios no continúa la obra de su gracia en nosotros. Él habla de poda o limpieza, (77) porque nuestra carne abunda en superfluos y vicios destructivos, y es demasiado fértil para producirlos, y porque crecen y se multiplican sin fin, si no somos limpiados o podados (78) por la mano de Dios. Cuando dice que las enredaderas se podan, para que puedan dar más fruto, ¿muestra cuál debería ser el progreso de los creyentes en el curso de la verdadera religión? (79)

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