καίπερ ὢν υἱὸς ἔμαθεν ἀφʼ ὧν ἔπαθε τὴν ὑπακοήν [habiendo sido oído…] aunque era hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció. El resultado de ser oído fue, pues, que sufrió, pero en el sufrimiento aprendió la obediencia, perfecta sintonía con la voluntad de Dios para la salvación de los hombres, de modo que llegó a ser un Sacerdote perfecto. Aprendió la obediencia καίπερ ὢν υἱός: “esto se dice para obviar la idea misma de suposición de su parte” (Davidson).

Quizás, por lo tanto, deberíamos traducir, con referencia a Hebreos 5:5 , “aunque era Hijo”. Aunque Hijo y por lo tanto poseído del amor Divino y en simpatía con el propósito Divino, aún tenía que aprender esa sumisión perfecta que sólo se adquiere obedeciendo en circunstancias dolorosas y aterradoras. Hizo una experiencia cada vez más profunda de lo que es y cuesta la obediencia.

Y la obediencia particular [τὴν ὑπακ.] que se requería de Él en los días de Su carne fue la que le dio al mismo tiempo entrada perfecta en el amor Divino y la necesidad humana. Es cuando al niño se le dice que haga algo que le duele y de lo que se retrae, que aprende la obediencia, aprende a someterse a otra voluntad. Y las cosas que Cristo sufrió al obedecer la voluntad de Dios le enseñaron una perfecta sumisión y al mismo tiempo una perfecta devoción al hombre.

Sobre esta obediencia, ver Robertson Smith en Expositor de 1881, p. 424. καίπερ a menudo se une al participio para enfatizar su uso concesivo [ver Burton, 437], como en Diod. Sic., iii. 17, οὗτος ὁ βίος καίπερ ὢν παράδοξος. ἔμαθεν ἀφʼ ὧν ἔπαθε , una forma común de atracción y también un dicho proverbial común, del cual Wetstein da varios ejemplos; Herodoto.

i. 207; Æsch., Agam. , 177, πάθει μάθος, Demosth., 1232 τοὺς μετὰ τὸ παθεῖν μανθάνοντας. Carpzov también cita varios de Philo, como del De Somn. , ὁ παθὼν ἀκριβῶς ἔμαθεν, y De Profug. , 25. ἔμαθον μὲν ὃ ἔπαθον. véase también Blass, Gram. , pags. 299 E. Tr.

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