οἱ εἰρηνοποιοί: no solo aquellos que tienen paz en sus propias almas a través de la pureza (Agustín), o los amantes de la paz (Grotius, Wetstein), sino los activos y heroicos promotores de la paz en un mundo lleno de alienación, pasión partidista y lucha. Sus esfuerzos consisten en gran parte en mantenerse apartados de las luchas seccionales y de las pasiones que las engendran, y vivir tranquilamente para y en el todo. Tales hombres tienen pocos amigos.

Cristo, el pacificador ideal, estaba solo en un tiempo entregado a la división sectaria. Pero tienen su compensación υἱοὶ θεοῦ κληθήσονται. Dios reconoce a los repudiados y desconfiados como hijos suyos. Serán llamados porque lo son . Serán llamados en la gran consumación; es más, incluso antes de eso, en generaciones posteriores, cuando las luchas partidarias y las pasiones hayan cesado, y los hombres hayan llegado a ver quiénes eran los verdaderos amigos del interés divino en un tiempo malo.

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