que ninguno de los príncipes de este mundo conoció. El pronombre se refiere mejor a la gloria que a la sabiduría, y el sentido es: si esta sabiduría, o más bien esta gloria y su predestinación en Cristo, hubieran sido conocidas por Pilato, Anás, Caifás y los demás príncipes del mundo, ellos jamás habría crucificado al Señor de la gloria, es decir, a Cristo, por cuyos méritos esta gloria eterna nos fue predestinada y preparada desde la eternidad.

Gabriel Vásquez comenta bien este pasaje ( lib . i. disp. 2, c. 3). El Apóstol da a entender tácitamente que ningún otro de los príncipes de este mundo conoció esta gloria y sabiduría de Cristo. Porque, a fortiori , los judíos eran más sabios que los gentiles, especialmente en las cosas divinas; si, pues, ellos no lo sabían, mucho más lo ignoraban los demás.

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Antiguo Testamento