Ahora estás lleno. Esto es, como dicen Crisóstomo, Teofilacto y Anselmo, irónico. Vosotros estáis llenos de sabiduría y de gracia, y de los dones del Espíritu Santo, y así os jactáis de no ser tanto corintios como maestros, no teniendo nada más que aprender del cristianismo. Os creéis perfectos como maestros cuando apenas sois discípulos de la verdadera y perfecta sabiduría. S. Crisóstomo dice: Estar satisfecho con poco es la marca de una mente débil: y creerse rico por una pequeña adición de medios es la marca de uno que está enfermo y miserable; pero la verdadera piedad nunca está satisfecha. "

Santo Tomás advierte que aquí San Pablo señala cuatro tipos de orgullo en los corintios, o más bien en sus maestros. Primero, cuando uno piensa que tiene de sí mismo y no de Dios el bien que posee: a esto se alude en las palabras: "¿Por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" En estas palabras se encierra también la segunda, que es cuando alguno atribuye a sus propios méritos el bien que tiene.

El tercero es cuando uno se jacta de tener lo que no tiene, y esto se toca en las palabras: "Ahora estáis llenos, ahora sois ricos". El cuarto es cuando uno desprecia a los demás y desea estar en una clase por sí mismo: esto se señala en las palabras: "Habéis reinado como reyes sin nosotros".

Habéis reinado como reyes sin nosotros. Sin nuestra ayuda, ustedes piensan, oh Corintios, que triunfan sobre todos los santos de Dios; y especialmente vosotros, oh maestros, como si os hubieran dado un reino, reclamad para vosotros, excluyéndonos a nosotros, una suprema dignidad.

Y quisiera en Dios que reinaseis, para que también nosotros reináramos con vosotros. Como vuestros seguidores y rivales, o mejor como vuestros padres: para esto en efecto lo somos. Así Teofilacto, Crisóstomo y Anselmo. No se niega a tener copartícipes en el reino de Dios, es decir , en el gobierno de la Iglesia; sólo les exige que gobiernen como deben, es decir, que se dediquen a la salvación de los fieles.

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