Quien nos consuela - Pablo aquí sin duda se refiere principalmente a sí mismo y a sus compañeros apóstoles como llenos de consuelo en sus pruebas; al apoyo que las promesas de Dios dieron; a las influencias del Espíritu Santo, el Consolador; y a las esperanzas de la vida eterna a través del evangelio del Redentor.

Para que podamos consolar ... - Pablo no dice que este fue el único diseño que Dios tuvo al consolarlos para que pudieran impartirles consuelo para los demás; pero él dice que este es un propósito importante y principal. Es un objeto que él busca, que su gente en sus aflicciones sea apoyada y consolada; y para este propósito él llena los corazones de sus ministros con consuelo; les brinda experiencia personal del poder sustentador de graco en sus pruebas; y les permite hablar de lo que han sentido con respecto a los consuelos del evangelio del Señor Jesús.

Por la comodidad ... - Por los mismos temas de consuelo; por las mismas fuentes de alegría que nos han sostenido. Tendrían experiencia; y por esa experiencia podrían ministrar consuelo a aquellos que estaban de alguna manera afectados. Es solo por experiencia personal que podemos impartir consuelo a los demás. Pablo se refiere aquí indudablemente a los consuelos que se producen por la evidencia del perdón del pecado, y de la aceptación con Dios, y la esperanza de la vida eterna. Estas consolaciones abundaban en él y sus compañeros apóstoles ricamente; y sostenido por ellos también fue capaz de impartir como consuelo a otros que se encontraban en circunstancias similares de juicio.

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